Nuria Espuis Morera, comisariada por Isabel Bettina Caparrós, está exponiendo parte de su obra en la Biblioteca Viva de AlAndalus en Córdoba (España) con la colaboración de la Revista Cultural Blanco Sobre Negro, y la Fundación Paradigma.
Isabel, la comisaria de esta exposición, es una luchadora de la cultura. Le pasa lo que nos pasa a tantos, la lucha desde lo privado contra el gran monstruo de lo institucional. Todos los días tenemos que inventar y reinventar para poder movernos por este Mar de los Sargazos que tantas veces bloquean la iniciativa.
Bettina está en un gran año sin lugar a duda. Ha presentado diversas exposiciones y muestras. Estas están o han estado, comisariadas por ella, aquí o en Madrid. Junto a nosotros inició el año con el multipremiado y amigo, Chema Rivas, aquí, en esta biblioteca viva de Al-Andalus. Esa exposición RetrospectivA, nos permitió disfrutar de “La Rendición”, obra que estando aquí, en su presentación, conocimos que recibía el “Leonardo Da Vinci 2018. El Artista Universal”. Isabel, hace pocos días, también presentó las obras que componen “Amazonas de Mayo” de Chemi Galiano en el Museo de Bellas Artes y hoy nos presenta Vissum et-In Corporeo de Nuria Espuis.
Gracias Isabel por contar con esta ciudad para mostrar artistas de ese gran nivel.
El espacio que nos rodea se sitúa en un marco realmente incomparable de Córdoba. Esta ciudad y sus espacios, por lógica, están muy unidas a la fotografía, a esa fotografía amateur básica que las personas que paseamos, que visitamos cualquier espacio, queremos mantener con nuestros recuerdos. Recuerdos que nos llevaremos a través de esas tomas que realizamos con estos nuevos instrumentos de tortura que son los móviles.
Esta ciudad también recibe a cientos de miles de amateur avanzados, que con nuevas cámaras digitales quieren dar ese paso más y en sus desplazamientos toman fotografías para un recuerdo posterior.
Ambos tipos de fotógrafos, sufren de la necesidad de la velocidad en su visita. Los viajeros y viajeras actuales necesitan de ver lo máximo en el mínimo tiempo, de vivir a una velocidad a la que nos estamos acostumbrando, pero que nos es sana. Seguro.
Afortunadamente la artista que hoy nos presenta su obra mira con otra profundidad esa vida. La serie In Corporeo y la multiserie Vissum nos hace frenarnos ante 25 hermosas formas de perderse en el tiempo, de vivir de forma pausada. Yo diría que nos producen una sensación de elevación sobre nuestro cuerpo para vivir nuestra vida.
Espuis Morera, Nuria. Es una artista preocupada por las emociones. Desea, y así ella misma lo dice, que pretende que estas sean completadas por el espectador con su visión al enfrentarse a la obra.
Sus imágenes son una manera de interpretar sus sentimientos. Actúan de puente para que los demás comprendan lo que le es imposible expresar con palabras.
Nuria nos comenta en el catálogo, digital, que se ha realizado por parte de La Quinta Rosa Editorial y que todos los que tengan teléfono Android pueden descargar, ella nos dice que “es una serie creada a partir de una sensación: sentirse invisible e inmaterial”.
La serie nos transporta a esos momentos que tantas veces tenemos de querer aislarnos, pararnos, ver desde lejos la vida que vivimos y vive a nuestro alrededor. Cierto que nos iremos materializando, que nos iremos haciendo corpóreos, pero los segundos, los minutos, el tiempo de invisibilidad, nos habrá permitido reubicar la vida y reubicarnos nosotros en nuestro espacio, ese mar que mediante el mecido de sus olas nos habrá despertado.
Vissum, es una unión de diversas series y planteamientos. Tanto estéticos como conceptuales. Lo vivido, lo recogido en esta serie, nos lleva a espacios y momentos distintos de una o varias vidas.
Herbarium, nos muestra la efímera belleza que brindan las flores. Muestra la delicadeza cuando se desbarantan por su fragilidad y caducidad.
Anima Mundi, nos lleva a recordar que no podemos vivir sólo pensando en las necesidades físicas.
La espiritualidad es un viaje íntimo a nuestro interior, es una relación personal con algo más grande que nosotros.
The Cell, la jaula, nos hará sentir los deseos de volar fuera, de escapar como los pájaros, del encierro en que todos de una u otra forma vivimos.
El duelo es un autorretrato de Nuria. Una perdida querida que muestra a través de estas imágenes y que además le han servido como auto-terapia.
Al final, al fondo, llegaremos a la Pureza, o quizás al principio, o quien sabe si en medio.
Lo purificador de lo blanco y el agua, se une a la serenidad de la fotografía y a la belleza que transmite.
El agua muchas veces es parte de nuestros sueños, es un raro imán para algunos que necesitamos disfrutar de su cercanía. Su arrullo en noches de primavera, verano u otoño o su ronco canto en las marejadas del invierno, nos llaman y nos atrae.
Lo blanco transmite lo pulcro. Lo blanco se encuentra en los ropajes, en la imagen, pero también se vislumbra en los ribetes que sobrevuelan las olas de ese mar de pureza que nos atrae.
En fin, Nuria en esta exposición nos quiere trasladar al interior de nosotros, que nos paremos ante este mundo, ante nuestra vida, y que, desde lo incorpóreo, desde la salida quizás “astral” de nuestro cuerpo, disfrutemos de Lo vivido y lo no corporal. Vissum et -in corpóreo.