Muy antigua es la interrogante de si el artista nace o se hace.
Tengo que indicar que yo este aspecto siempre lo he tenido muy claro por cuanto uno puede aprender, incluso auto-aprender técnica y estilo pero lo que nunca se podrá adquirir es ese sentir que hace del verdadero artista lo que es, ese aura creativa interna, esa necesidad expresiva, ese dar todo sin esperar nada, el mero hecho de realizar lo que antes no ha sido visto por cuanto artista no es ser copista ni incluso ser virtuoso sino tener la capacidad de “CREAR” con letras mayúsculas, tener la capacidad de transmitir sentido y sensibilidad, hacer llegar al contemplador no sólo belleza sino también sentimiento.
José Manuel Belmonte nos presentó ayer en Posadas su última escultura, “Malena, La Lavandera”, la cual es todo un símbolo costumbrista, un gran símbolo que hizo recordar a los habitantes de este pueblo cordobés su pasado, a sus madres y abuelas, los días en los que se reunían para lavar y contarse penas y alegrías, ejerciendo tal actividad como terapia por cuanto socializar y poner en conocimiento de sus convecinas lo acontecido era necesidad,.. siempre el compartir es necesidad..
En el acto mientras se rememoraban tiempos pasados puede ver lugareños emocionados al borde de la lágrima al escuchar y ver, al oir palabras de los diferentes ponentes mientras observaban la escultura y les traía a la mente tiempos pasados, rostros y quehaceres de personas que llenaron y llenan sus corazones, a todos nos vinieron a la mente nuestras madres o abuelas, su esfuerzo y labor, su obsesión por cuidarnos, su vida de dedicación a hijos y nietos.
Una profunda emoción nos embriagó la noche de ayer sumada por versos y cante, por guitarras que tanto sentido dan al pueblo andaluz, por una plaza a rebosar de contenida emoción.
“Imagina que no hay paraíso.
Es fácil si lo intentas.
No hay infierno debajo nuestro,
Arriba nuestro, sólo cielo.
Imagina a toda la gente
Viviendo el presente.”
Ayer vivimos el presente con mirada al pasado, y durante dos horas fuimos uno, artistas, políticos, habitantes del lugar y visitantes. Ayer la escultura de mi buen amigo y genial artista José Manuel nos hizo sentir, y hay que recordar que no puede haber nada más grande que el hacer sentir, el provocar emociones que exaltan la labor del creador llevándolo al plano de la grandeza y del respeto, ese respeto que en lo profesional muy pocos alcanzan, que algunos pasan toda la vida intentando obtener.
Pero no nos confundamos, el artista nace, no se hace, y Jose es un claro ejemplo, un ejemplo de amistad, sencillez, un ejemplo a veces brutote pero siempre amable, ejemplo de vida dedicada al arte, claro ejemplo de superación constante en pro del mejor de los fines, el de provocar emoción.
Ayer fue uno de esos días en los que tengo claro que mi camino ha sido el acertado en esta vida por cuanto me ha acercado a personas como tú.
“Malena” no es una escultura, es un sentir, una reflexión de presente, pasado y futuro, una seña de identidad para no olvidar.
Francisco Arroyo Ceballos
Crítico Internacional de Arte.