Fran Nuño, cumple veinte años de “matrimonio”. Matrimonio con la cultura y los libros, matrimonio con los amantes de las buenas lecturas y con las nuevas generaciones que se iban acercando al noble disfrute de leer.
Fran Nuño es un bilbaíno muy sevillano, a los diez meses de edad ya se encontraba en tierras hispalenses. No sé si será que los de Sevilla nacen donde quieren y viven siempre a pies del Guadalquivir.
Fran, ante todo, es un amante del buen gusto en las letras, para adultos y para niños, su estética literaria te atrapa en cualquiera de las versiones en las que trabaje.
Sus inicios en este mundo fueron como tendero de libros, alguien que no sólo los vendía, sino que los mimaba; el que siempre está cerca, en el barrio, para atender a todos e introducirlos o guiarlos por este maravilloso mundo del leer. Era como las viejas tiendas cerca de tu casa, que te conocía perfectamente, y te daba lo que a ti te gustaba.
Su casa, su hogar de trabajo, porque no es un lugar, está en uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad.
La Calle San Luis en su número 83 es un espacio para amar, para dejarse llenar de los hermosos sones de lectores y lecturas.
Fran, buenos días, ya cumples 20 años en este ámbito, en la cultura, como llegas, en primer lugar, a eso de montar una librería. ¿No hubiera sido más fácil montar algo más productivo?
Buenos días. Sí, la verdad es que hay muchos negocios que pueden ser más productivos que una librería, pero no hay ninguno que me apasione más, por lo que ese motivo pesó mucho más en la balanza a la hora de decidirme a fundar una pequeña empresa. Quería probar suerte en el mundo del libro y aquí sigo tras 20 años.
¿Cómo fueron los primeros años de esa aventura? ¿Cómo consigues que padres, madres e hijos e hijas, se acerquen y te vayan conociendo?
Los primeros años para cualquier empresa suelen ser los más complicados, por eso el apoyo que recibí de mi familia fue fundamental. Por otro lado, al poco tiempo de abrir la librería, me decidí a realizar también actividades culturales (presentaciones, recitales, cuentacuentos, radio…) en otros espacios para llevar el nombre de la librería por toda la ciudad y así, aparte de animar a la lectura, también promocionaba el negocio. Mi experiencia anterior en el mundo del teatro me ayudó mucho para empezar a convertirme en dinamizador cultural.
¿Por qué un barrio, aunque hermoso, un poco alejado del centro, donde todo se mueve?
Yo creo que este es un lugar muy estratégico de la ciudad, pues está situado en el comienzo del centro, en la zona de la Macarena, por lo que aparte de los clientes habituales que son vecinos del barrio, también hay un paso constante de personas de fuera que visitan la ciudad y que se interesan por libros, sobre todo relacionados con Sevilla, el flamenco, etc. En los últimos años, en esta zona de la ciudad (San Julián, San Luis, Feria, Alameda…) es donde más librerías se han abierto.
¿Te especializas en el libro infantil o te llevan tus clientes?
Me encantaban los libros para niños y eso hizo que, desde un principio, enfocara la librería, sobre todo, a la literatura infantil-juvenil, pero sin olvidar la librería general. Aunque es una librería pequeña, tengo bien repartido los géneros para que cualquier tipo de lector encuentre un libro que le pueda interesar.
Era una desembocadura lógica la de terminar escribiendo, o ha sido algo que te has forzado a realizar.
Desde niño he sido un devorador de libros y con 8 o 9 años ya empecé a escribir mis primeros cuentos y a soñar con convertirme de mayor en escritor. Después, en la adolescencia, seguí con la poesía y posteriormente el teatro. Y fue poco antes de abrir la librería cuando empecé a escribir pensando en el público infantil-juvenil.
¿Qué autores tienes como referentes? ¿Alguno de ellos hizo que desembocaras en la escritura?
Algunos de mis autores de cabecera son, entre otros muchos, Gianni Rodari, Saramago, Philippe Delerm, Andersen, Wislawa Szymborska, García Lorca, Cervantes, Simenon, García Márquez…
Supongo que los que me impulsaron a escribir fueron los autores de mi infancia y adolescencia: Julio Verne, Francisco Ibáñez, Hergé, Víctor Hugo, Poe, Bécquer, Gloria Fuertes, Sierra i Fabra… Incluso Woody Allen, pues a través de sus obras y guiones me llevó al teatro.
Escribes para niños y niñas. No es fácil tener el éxito que tú tienes entre ellos y sus padres y madres. ¿Qué te llevo a ello?
Me lleva a ello un libro maravilloso titulado Cuentos por teléfono, de Gianni Rodari. Es el libro que me hace descubrir otro tipo de literatura infantil o que se dirige especialmente al público más joven, distinta a todo lo que había leído antes, sobre todo en mi infancia, y a partir de ahí es cuando empiezo a investigar y escribir obras con la idea de que también les gusten a los niños. Antes, como ya he indicado, escribía sobre todo poesía y teatro dirigido al público adulto, pero fue entonces cuando tomé la decisión que hizo que mi especialidad fuera la literatura infantil-juvenil.
Son muchas tus obras, y trabajas en varios ámbitos: infantil, poesía, e incluso turismo. ¿Cuéntanos cómo has ido entrando, y por qué, en cada uno de los diversos tipos?
Bueno, dentro de la literatura infantil-juvenil, me gusta trabajar los distintos géneros (novela, cuentos, álbum ilustrado, poesía, teatro, libro didáctico) Desde un principio fui abordando cada uno de los géneros, empezando por los cuentos, la poesía, la novela, para seguir con el álbum ilustrado y terminar en el libro más didáctico, alguno de ellos también dirigido al turismo. Según la idea que tenga, trabajo en ella en un género u otro. Normalmente siempre tengo entre manos varios libros a la vez.
Por otro lado, no he abandonado del todo la literatura dirigida especialmente al público adulto. Sigo escribiendo poesía, aunque de una forma más ocasional y minoritaria. El público que me conoce, me conoce sobre todo por mis libros dirigidos, en primer lugar, a niños y jóvenes.
Otro de tus desarrollos en este aspecto ha sido la de Editor. ¿Cómo te has encontrado en esa faceta?
Suelo comentar que soy un microeditor, pues tengo un pequeño sello editorial abierto al amparo de Librería Nuño (Nuño Editorial) en el que suelo hacer ediciones de libros de tiradas muy cortas escritos por autores de Sevilla, sobre todo de poesía. Y el poco tiempo que tengo no me permite editar muchos libros, pero cuando puedo hacerlo me gusta sacar un nuevo título al mercado como editor. La verdad es que me satisface mucho estar en esas ocasiones en la sombra y poner mi granito de arena en la difusión de la obra del autor correspondiente.
También he colaborado como asesor editorial para otras editoriales, tanto para literatura infantil como para poesía.
Hablando de editores, ¿de alguno tienes la sensación de que haya sido importante en tu carrera? ¿Qué tengas que hacerle un reconocimiento expreso?
Tengo la suerte de que he publicado con bastantes editoriales de toda España, aparte de las traducciones en otros países. Con un buen número de sus editores y editoras tengo una buenísima relación de amistad, a cada uno de ellos podría agradecerles cosas distintas, pues han aportado a mi carrera literaria aspectos muy importantes que han hecho que evolucione como escritor.
¿Cuál ha sido la obra, digamos, de este aniversario? Tu última obra.
Mi última obra ha sido Descubriendo la Sevilla de Murillo, de El Paseo Editorial (dirigida por uno de los editores claves en mi carrera, David González Romero). Una obra que lleva pocos meses en el mercado pero que ya me ha dado muchas satisfacciones y que espero que siga en primera línea durante el resto de 2017 y todo 2018, es decir, durante la conmemoración del cuarto centenario del nacimiento de Bartolomé Esteban Murillo. Es un libro especialmente pensado para el público infantil-juvenil, pero también aconsejable para el público adulto que quiera tener un primer acercamiento a la vida y obra del pintor hispalense.
¿En qué otras facetas culturales estás o has investigado?
En mi faceta como dinamizador cultural realizo encuentros con lectores, talleres literarios, sesiones de narración oral (tanto para niños como para adultos), rutas culturales, conferencias… y también utilizo la fotografía para fomentar la lectura y la cultura en general. Ya he llevado a cabo un par de exposiciones y en Descubriendo la Sevilla de Murillo se incluye mi última serie fotográfica.
Digamos que, dentro de la dinamización cultural, me gusta trabajar en distintas ramas.
¿Qué proyectos tienes para el próximo curso?
Pues, para empezar, seguir como dinamizador cultural con mi gira habitual por centros educativos, bibliotecas, librerías, ferias del libro, etc… realizando distintas actividades. En cuanto a la librería seguir una temporada más dando el mejor servicio posible a los lectores y coordinando presentaciones de libros. Como editor, seguir aumentando, aunque sea poco a poco, el catálogo de la editorial; y como autor, si todo va bien, puede que vean la luz a lo largo de los próximos meses cuatro nuevos títulos, el primero de ellos titulado Donde esperan los libros (Cyls editorial), un libro-álbum dedicado al mundo de las librerías y dirigido a todos los públicos. Creo que va a gustar mucho a todos los amantes de los libros.
Muchas gracias, Fran. Que sigas celebrando muchos y muchos 20 aniversarios.
Muchas gracias a vosotros, ha sido todo un placer atenderos.