DUETO: Pablo Sayal y Ana Maria Robledo.
Pablo- Quiero regalarte, cada una de mis humildes letras, esas que hablan por si, que tu tanto anhelas.
Ana- Y leo tus sentimientos, que afloran desbordantes, perfuman las letras y se nutren en cada palabra.
Pablo- Las mismas que hacen vibrar
y enamorarte de mi, retribuyendome con tu alegria y cálida sonrisa.
Ana- El invierno acaricia el paisaje inerte y las mañanas sin sol son los fantasmas que entre la bruma y el blanco tapiz del césped pintan copitos de nieve. Mi mente reclama tus cartas, mi corazón tus poemas.
Pablo- Hoy te escribiré mi más apreciado verso, a cambio solo esperaré tus dulces besos.
Ana- Y pasa la vida, se marchita la piel, los besos que fueron...son borrados por el tiempo y los dulces momentos dejaron de ser, ahora te miro y veo un desconocido.
Pablo- En cada trazo dado se refleja el brillo de tu amor, para llegar a ti y acariciar la pureza de tu alma.
La presencia de tu ser, aromatizando cada atardecer con odisea, entregarte suavemente mi aposento.
Ana- En tus cálidas lineas suspiran emociones, me seduces embelesando con tus encantos y me envuelves con tus palabras y tu tierna voz.
Me invitas al ocaso al desteñirse el horizonte, tu y yo somos mágicamente poseedores de este amor sublime...
Cerca del bramar del mar, del musitar de las gaviotas y de tus versos pasionales que me enamoran el alma.