José Domínguez y La Fluctuación de lo Impresionista por Francisco Arroyo Ceballos
A lo largo de la carrera artística de cualquier autor que se precie hay una constante que es la variación o fluctuación de la obra del mismo dentro normalmente de un estilo definido que es el que le confiere valía y singularidad. Dicha variación se nos presenta en múltiples formas como pueden ser técnicas, ritmo dinámico, tonalidad, etc.
Sin lugar a dudas lo dicho está muy patente en el trabajo de José Domínguez, destacado autor andaluz, por cuanto su experimentación le ha llevado a lo largo de los años a un estudio temático-tonal en el que el paso de lo colorista ha finalizado es un marcado sepia dentro siempre de un estilo impresionista que ha encaminado su trayectoria.
Reseñamos como muy constatable el “proceso evolutivo” producido en su obra aunque no por ello la calidad de su trabajo venga marcada por año de realización, tonalidad o temática sino que constituye mera necesidad para el autor por cuanto el sentimiento mostrado en cada momento de su vida, su madurez y adaptación al medio le ha hecho afrontar diferentes retos siendo, insisto, muy fiel al estilo impresionista que dirige su labor.
Pinceles y espátulas se distribuyen el quehacer en cada lienzo dando sentido a de lo que sensible tiene la forma de representar lo que a la mente del creador llega en cada instante, en cada época y su determinación por darle ese toque especial con el que el “creador” diferencia su obra de la del resto de artistas y su consiguiente valía.
Épocas marcadas por la necesidad de lo “verde”, de lo colorista aplicado a la temática de lo natural en la que Domínguez es un verdadero maestro dan paso en última instancia al interés del mismo por todo lo que supone la plasmación de lo urbano como representación costumbrista de un momento social incierto y lo creado por el ser humano como sobrecogedor habitad sepia, tal vez marcando cierto pesimismo por lo que está por llegar.
París, Nueva York, Londres.., son grandes urbes representadas en sus lienzos, urbes me atrevería a decir vacías de sentido, carentes de amabilidad contrastando con la alegría de vivir que nos presenta en toda su obra basada en lo natural cuya explosión de colorido y elementos como el agua o las flores dignifican la existencia de todo ser y proclaman la visión positivista de un entorno alegre y jovial.
Ésta pienso que es una de las características más importantes en la obra de José Domínguez, su capacidad para plasmar el sentimiento que le atenaza dando plena constancia de su caminar, de su singular y destacable “Proceso Evolutivo”.
Francisco Arroyo Ceballos
De la Asoc. Internacional de Críticos de Arte AICA
Con Nombre Propio
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TítuloJosé Domínguez y La Fluctuación de lo Impresionista por Francisco Arroyo Ceballos