Entrevista- Diálogo con Begoña Ugalde “Poemas sobre mi normalidad” Por Marta Castaño
Begoña Ugalde Pascual (Santiago de Chile, 1984), actualmente reside en Barcelona. Es licenciada en literatura Hispánica en la Universidad de Chile y máster en Creación Literaria en la Universidad Pompeu Fabra. Ha publicado los poemarios El cielo de los animales, Thriller, La virgen de las Antenas y Lunares. Es autora de diversas obras teatrales y ha obtenido varios reconocimientos literarios, entre los que destacan la Beca Fundación Pablo Neruda (2004), el primer puesto en el concurso Santiago en 100 palabras (2011), la beca del Royal Court Theater (2013-2014), la beca de creación literaria del Fondo del libro (2009-2016) y el primer lugar en el Premio Francesc Candell (2017). Su último poemario se llama “Poemas sobre mi normalidad” (2018) y ha sido publicado por Ril Editores.
En tu carrera literaria ha escrito poesía, prosa y teatro. ¿Con qué estás tres niños más pequeños? ¿Por qué escogiste la poesía para expresar esos sentimientos de los que hablas en tu último libro Poemas sobre mi normalidad?
Él ido experimentando con cada género en las necesidades que he tenido en el momento. Cada uno ofrece posibilidades muy distintas. Y los cruces entre los géneros también son muy estimulantes. Estuve haciendo teatro por años porque lo pasé bien, me involucraba en los montajes y era muy divertido. Pero también fue un agotador y que lidió con toda clase de conflictos. Ahora, por mi madre y porque decidí irme de Chile, me alojé más teniendo procesos creativos en solitario. Actualmente, estoy más dedicada a escribir narrativa, y "Poemas sobre mi normalidad", es una transición creo, entre poesía y narrativa. Los poemas van contando historias. Y en definitiva eso es lo que me interesa.
Comienzas el poemario con una cita de la escritora Sylvia Plath. ¿Por qué Sylvia Plath? ¿Qué ha aportado esta escritora a tu experiencia creadora?
Sylvia Plath es una autora que me ha marcado en muchos sentidos. Tanto su obra como su biografía me parecen alucinantes. La Campana de Cristal es uno de los libros más bellos que he leído, y para qué decirse de ella. Son maravillosos y yo el sentido muy identificado leyéndolos. En ellos ella describe sus procesos creativos, con toda la frustración y precariedad que conllevan. Están llenos de imágenes. Sylvia Plath tenía una sensibilidad y una forma de captar la belleza en la vida cotidiana que me afecta muy atractivas. Sé que suena cursi, pero leer sus experiencias ha sido como un bálsamo para mi espíritu. Constatar que sufrió por las mismas cosas que tú otras amigas dedicadas a creativos, me ha hecho reflexionar en torno a cómo vamos a entre todas leernos, apoyarnos, abrirnos camino ...
¿Qué es para ti "tu normalidad"? ¿Por qué elegiste ese título para el poemario?
Mi normalidad tiene que ver con ser madre, tener una pareja estable ... Estoy consciente de que es una opción de vida convencional. Es lo que el sistema espera de las personas que se adaptan a él. Por eso me gusta ironizar con eso. Exponerlo para, de manera, desestabilizarlo. Porque creo que para cualquier persona es una forma de vida que requiere mucha fuerza, cordura, la velocidad, cosa que para los artistas es difícil. Yo disfruto mucho de mi rutina, pero también me asfixia. A pesar de que amo hijos, mi pareja ... creo que hay una especie de pecados en la vida moderna. Tanto consumo, tanto ajetreo. Si no puedes escribir acerca de lo que me sucede, tu observación, creo que estoy bastante deprimida. Porque sé que el mundo es un lugar enorme, donde miles de cosas están sucediendo, y la vida doméstica es como lo contrario que ser parte de todo eso. Estoy consciente, de que mi normalidad tiene que ver con la normalidad de mis progenitores, mi lugar de origen. El poemario pretende, entre otras cosas, rendirles un pequeño homenaje. Porque sé que para ellos también ha sido complicado también encajar en el sistema. Y con el tiempo y la distancia, él pudo re-valorar todo lo que me enseñó de niña.
¿Cómo compaginas la maternidad con la escritura? ¿Ha surgido una experiencia enriquecedora para tu creación literaria?
Es una buena pregunta. Ser madre y escritora es una doble lucha. Tuve a mi primer hijo a los 22 años y me separé de su padre cuando tenía poco más de un año, así es que viví como madre soltera, por mucho tiempo. Nunca dejé de escribir, pero tuve que compatibilizarlo con las tareas de la casa y trabajos mal pagados. Un tiempo ponía el despertador a las 4 de la mañana para escribir un rato, antes de ir a hacer clases de lenguaje. Con el tiempo he logrado cierta estabilidad en ese sentido, y comparto las tareas domésticas con mi pareja, padre de mi segundo hijo. Claramente mi rutina ahora es mucho menos agotadora, y tengo más tiempo para escribir, que es en realidad mi máxima aspiración. Trato de hacerlo todos los días, aunque sea en mi diario. Y claro que han enriquecido mi escritura las cosas que vivo con mis hijos. Es alucinante para mí ver cómo crecen, las cosas que me dicen... Cuando mi primer hijo era chico anotaba las preguntas que me hacía y los sueños que me contaba, para mí todo lo que decía, y cómo lo decía, era altamente poético. Con el segundo me pasa parecido. Me encanta escucharlo hablar, hacer asociaciones libres con las palabras... También pasamos tiempo pintando con acuarelas, haciendo collages… todo esto forma parte de mi proceso creativo. Por supuesto, esto no quiere decir que crea que la maternidad sea una fuente de inspiración o una experiencia enriquecedora para todo el mundo. Por cómo son las cosas hoy, las madres la tienen difícil para hacer lo que realmente quieren con su tiempo, con su vida.
Volviendo a la antología, muchos de los poemas que encontramos en ella son muy narrativos, cuentan historias del día a día, casi como si se tratara de un cuento. ¿Cúal crees que es la clave para contar una historia sobre algo cotidiano en un poema?
La clave es encontrar una imagen. Poder construirla o reconstruirla a través del lenguaje, y ponerla en relación a otras imágenes. Luego ellas hablarán por si mismas. Mientras más texturas tenga, o más sentidos involucre la imagen, mejor. Esto vale para todo los géneros literarios.
Tus poemas nos descubren que para ti existen varios tipos de amor: en algunos hablas de un amor sosegado y tranquilo, un amor de tiempo y madurez, pero posteriormente, en la sección "Apuntes sobre el amor y la locura" retratas un amor diferente, menos racional. Háblanos un poco sobre el tema del amor en tu obra.
Creo que enamorarse es un poco locura. Porque lo más racional que uno puede hacer hoy en día, según el sistema capitalista en el que vivimos, es intentar salvarse el culo sola. Pero a veces sucede y comienzas a actuar con una lógica distinta, donde estás pensando en otros, y ya no solo vas por lo que te interesa o te beneficia a ti. Para mí estar en pareja, ha sido una experiencia transformadora, en el buen sentido de la palabra. Pero bueno, en concreto, en esos poemas, quise hablar del amor desde un lugar más amplio que el amor romántico, que también está en de alguna manera, sobrevalorado. Porque Puede ser muy pesadillesco en algunos casos. Y a las mujeres se nos ha enseñado desde pequeñas que la felicidad está ligada a estar en pareja. Creo que es una idea súper peligrosa. El amor para mí en realidad es como una fuerza misteriosa, que nos hace sentirnos parte de algo que no termina en nuestro cuerpo, nuestro metro cuadrado. Está muy ligado a las hormonas, en especial a la oxitocina, y por ello ala naturaleza. Yo me he enamorado de mis hijos, creo, gracias a la biología. He pasado mucho tiempo con ellos, durmiendo con ellos, sintiendo su olor, mirándolos. Lo mismo me ha pasado con las amigas a las que amo, o con mis hermanas, con quien compartí pieza durante años.
Bueno, es un tema que da para largo. Pero creo que es importante hoy día hablar del amor en ese sentido. Porque como especie estamos destruyendo el planeta en el que vivimos, y creo que es porque no lo amamos lo suficiente. Y cuando digo que no lo amamos, me refiero a que no nos detenemos a percibir su belleza, no entendemos su lenguaje. Obviamente la responsabilidad de esto recae sobre todo en las transnacionales que se apropian y lucran los recursos naturales, como si les pertenecieran. Pero también somos todos y todas partes de esta relación abusiva, ya que por como vivimos, dependemos de esta explotación y pensamos que como especie somos autosuficientes, lo que no es cierto.
Tu primer poemario "La virgen de las antenas" se publicó en 2011 y este año has publicado "Poemas sobre mi normalidad" ¿Cúal crees que ha sido la evolución de tu obra? ¿Qué has aprendido del oficio de escritora en todo este tiempo?
También publiqué en el 2016, justo antes de venir, un libro de poemas llamado Lunares, por la editorial "Pez Espiral". Y he publicado cuentos en diversas antologías, y uno largo, llamado Clases de Lenguaje, por editorial Tege. Lo menciono para que no se sientan mal mis editores, y porque para mí cada uno de esos proyectos ha sido importante.
Siento que gracias a que no he abandonado el oficio, voy encontrando más claridad acerca de qué quiero decir, y sobre todo cómo quiero decirlo. He aprendido sobre todo que para escribir hay que... escribir! O sea, hay que sentarse durante horas y concentrarse. Eso para mí es un gran desafío. Soy bastante dispersa, y debo hacer grandes esfuerzos para no distraerme con las redes sociales, o empezar a hacer otra cosa. Por eso me sirve tener una rutina y darle importancia a mi oficio, más allá de si el resto del mundo reconoce o no lo que hago. He aprendido que eso da un poco lo mismo. O sea, es lindo cuando sucede, pero no es lo central. Hay que mantener vivo el fuego de la escritura leyendo también buenas autorxs, y sobre todo, manteniendo una conexión con lo que pasa cotidianamente. Para mi, ahí está el material más interesante con el que puedo trabajar.
En cuanto al mundo editorial durante tus casi 10 años de trayectoria como escritora ¿Cómo has percibido el panorama literario en general y en especial para la mujeres?
Sin duda que gracias al los movimientos feministas, se ha ampliado un poco el panorama estos últimos diez años, para las mujeres. Cada vez hay más visibilidad, más espacio. Tengo varias amigas con sus proyectos editoriales, haciendo su arte, con mucha energía y convicción. Pero que quede claro, ese espacio lo han abierto las propias mujeres. Y sigue siendo súper difícil para nosotras. En espacios auto-gestionados, independientes, se nota más transversalidad. Pero mientras más dinero y poder haya en una institución, se hace más complicado para nosotras, creo, acceder a ellas. En cuanto al tema creativo, creo que es importante en ese sentido, no intentar hablar como lo hacen los hombres, no tratar de encajar en esos moldes, sino que por el contrario, apropiarnos del lenguaje, reinventarlo y legitimar esas nuevas formas entre nosotras, sin esperar la aprobación de quienes llevan mucho tiempo dictando cátedra acerca de lo bueno, lo bello, lo que merece la pena, etc. En ese sentido trabajar con el lenguaje me parece un lugar poderoso, porque desde ahí, sabemos, se construye realidad.
Cuéntanos que andas haciendo actualmente ¿Cuáles son tus proyectos literarios para el futuro?
Ahora mismo estoy corrigiendo una novela que escribí el año pasado, y también escribiendo algunos relatos para un proyecto que tenemos con una amiga, de escribir un libro a tres manos. Por otro lado, con una amiga bailarina estamos desarrollando una pequeña obra, muy libre. Una especie de investigación escénica a partir del cruce entre palabra y movimiento. En lo más inmediato, me gustaría publicar un libro de cuentos que tengo listo. Son hartas cosas, pero me lo tomo con calma.
Por último, basándote en tu experiencia ¿Cuáles son tus recomendaciones para aquellas mujeres que quieran lanzarse a escribir y publicar sus obras?
Mi recomendación es simplemente atreverse a escribir, escribir y pensar si lo que se dice es original, o importante o si merece o no ser leído. Apuntar las cosas que se pasan por la cabeza. Crear un diálogo constante consigo mismas. Para eso también es muy útil tener un diario. Y respecto a publicar; creo que es como el segundo paso de esa liberación. Aunque hay veces en que no está todo mal guardarse cosas. Publicar para publicar no me parece necesario. Aunque es cierto que lo ayuda a pasar a otra cosa. Es una forma de desprenderse del texto. Por ultimo, para ambas cosas recomiendo leer mucho. Leer ojala libros, no solo de internet. La experiencia es distinta. Es importante lograr concentrarse en algo un rato largo. Dejarse atrapar por otras voces.
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