El Museo de Louvre es uno de los más importantes a nivel mundial, ya que se trata de un lugar donde se conservan unos 35 mil objetos de valor histórico y turístico. Por ejemplo, es aquí donde vas a encontrar “La Gioconda” que es la famosa obra de Leonardo da Vinci.
Debido a la gran cantidad de obras que se pueden encontrar aquí, este es también uno de los museos más protegidos.
No solo hablamos de una cámara de seguridad interior, sino de todo un estricto sistema de seguridad electrónica, vigilancia, monitoreo y controles de acceso a los diferentes pabellones que hay disponible. Este museo recibe una gran cantidad de turistas, así que el tema de la vigilancia es importante.
Dicho esto, vamos a hablar sobre las obras y objetos de valor histórico que podemos encontrar en su interior. Para empezar, tenemos los caballos de Marly, siendo estos una representación de dos grupos escultóricos. Esta obra son unos caballos salvajes y sus palafreneros (mozos a su cuidado) y fueron hechos por Guillaume Coustou en el siglo XVIII en el mármol de Carrara.
Por otro lado, en la planta cero del museo tienes que ver La Venus de Milo, siendo esta una escultura helenística bastante reconocida. También, está el Sarcófago de Cerveteri, una urna funeraria que forma parte del legado etrusco y está hecha en terracota.
Esta obra nos muestra a dos esposos recostados en un banquete y un detalle que no todos se fijan es que tanto el hombre como la mujer tienen las mismas dimensiones. Aunque, parece no ser un detalle muy relevante, es una representación de la igualdad entre ambos sexos en esa sociedad, que fue anterior a la romana.
Por otro lado, tenemos el Código de Hammurabi, una estela donde podemos encontrar grabadas las 282 leyes de dicho código. Esta obra tiene una altura de 2.25 metros y tiene casi medio metro en su parte más ancha, siendo uno de los legados más enriquecedores que hay en el Museo de Louvre.
También, está la Tumba de Philipe Pot, un monumento funerario del siglo XV, donde se nos muestran a 8 dolientes llevando a un hombre noble vestido con su armadura. Esta escultura fue hecha en piedra caliza policromada, plomo y oro, es una de las obras más sorprendentes que hay en el museo.
Luego, tenemos una obra que todos conocen y es La Gioconda de Leonardo Da Vinci. Es una pintura envuelta en muchos misterios, sobre todo por saber que representa, el porqué de su mirada y sonrisa tan atractiva, etc. De hecho, hay muchos libros y teorías que rodean a la pintura que enamoró a Francisco I.
Por otro lado, en este museo también encontrarás Las Bodas de Caná, de Veronese, una obra que destaca por su belleza, calidad y dimensiones (994 cm de largo y 677 de largo). Un dato sobre este cuadro, es que desde su robo por parte de Napoleón ha estado envuelto en muchas polémicas, de hecho, hubo muchas propuestas para devolverlo a Italia.
La Corona de Luis XV es otra de las grandes atracciones que debes ver en este museo. Ten en cuenta que esta es una de las joyas de la Corona de Francia y también el Regente, un diamante blanco muy codiciado de esta colección y que perteneció a Luis XV. Sin embargo, con Luis XVI este paso a María Antonieta hasta que Napoleón lo tomó para su espada.
En la segunda planta de este museo, puedes ver muchas otras obras como los “Baños turcos”, siendo esta una obra de vejez. No hay que olvidar que, cuando Ingres, pintó este cuadro lleno de sensualidad y con influencia del mundo oriental, ya era un anciano.
Por último, también, puedes ver la Sala Rubens, que por sorprendente que suene se trata de una especie de pequeño museo dentro del propio Museo de Louvre. Aquí, vas a poder encontrar 52 cuadros que fueron encargados por María de Médicis al Flamenco.
Son cuadros que estamos seguros te van a encantar. Además, hay muchas más obras por ver y muchas cosas por saber sobre las pinturas y obras que hay en este lugar, así que visitar el Museo de Louvre es llenarte de cultura.