El Ciclo de los Cuerdos. La Teoría de los Cinco Elementos por Victoria Calvo
«Las cosas difíciles del mundo comienzan por lo fácil,
y las cosas grandes del mundo por lo menudo empiezan.
Por eso el sabio nunca realiza cosas grandes,
y así es como puede llevar a cabo grandes cosas».
LAO ZI (XXVI, El libro del Tao)
El ciclo de los cuerdos se va repitiendo, es un orden que nos expulsa de una sociedad que se ha estancado en un acusado estrabismo. Una sociedad que ha olvidado mantener la mirada recta en un paradigma sincrónico y evolutivo. Ese olvido ha provocado una corriente de destrucción que se agita convulsivamente. El sistema, colapsado por la densidad y la masificación de valores insostenibles, comienza a arder alimentado por un éxodo económico que consume a las naciones en las llamas de su arrogancia. A veces, este ciclo se origina por algún suceso de crisis, enfermedad o guerra perdida. Esta hoguera regenerativa, nos ha llevado hasta los albores de las leyes primigenias, hasta los primeros acuerdos; los intercambios de favores e intenciones como una moneda única que nunca podrá quemarse.
Aparece el primer elemento que nos conecta al cableado terrestre. La madera, el árbol, el bosque que alimenta una llama regeneradora y cambiante.
Y cuando queda lo que siempre ha estado, lo que siempre ha perdurado por encima de cualquier posesión fragmentada y dividida, las circunstancias que han pintado toda una vida con su trazo maestro y perfecto, avivan los rescoldos de la cordura. El sentido común crea una nueva sociedad emergente que comienza a renacer de sus cenizas.
El segundo elemento, el fuego, lo que ha ardido, se convierte en la madre adoptiva de una sociedad lactante.
Y ese sabio gestante, ese cuerdo que da sus primeros pasos en una colectividad recién nacida, es consciente de que inicia un camino creativo junto a unos pocos de tantos. Le queda mucho por construir después de la aniquilación de todo aquello que consideraba sólido e imperecedero. Este sabio, erige una comunidad aún más fructífera que la anterior, una comunidad monolítica, perdurable y sostenible con el entorno.
Surge el tercer elemento. La tierra.
El individuo que ha despertado del sueño de la ignorancia, explota una tierra rica en minerales y elementos químicos que alimentan los océanos, los mares, los ríos y los arroyos para aprovechar los beneficios del fluido transparente. Las aleaciones, los metales y los recursos, siguen un desarrollo equilibrado.
El metal edifica, construye, levanta ciudades. Es el cuarto elemento.
Pero en un mundo de sabios, quien protege el agua, protege el oro de cristal. El agua es el origen, el comienzo, el punto de partida. Un elemento que discurre entre muros caídos y cuyo curso fluye bajo puentes abiertos. El agua da vida a los árboles, a la madera que se alimenta de una tierra que se humedece por esa misma agua.
El agua vivifica, purifica y nutre a los elementos anteriores. El agua es el quinto elemento.
Y ese oro transparente da forma, cerca las llamas de una hoguera que derrite los metales que sesgan la madera. Una época que se completa, que se destruye y que se vuelve a construir. La regeneración tras la destrucción. Los cuerdos se vuelven sabios y los sabios, se hacen oír en un ciclo que no tiene principio ni fin, en una estructura social que vuelve a erigirse basada en un orden natural y universal. Una sociedad que se orquesta en el equilibrio vital y dinámico de los cinco elementos.
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TítuloEl Ciclo de los Cuerdos. La Teoría de los Cinco Elementos por Victoria Calvo