Kocsi, el corazón del coach por Victoria Calvo.
Cuando acompañamos; completamos. Cuando acompañamos; guiamos. Cuando acompañamos; llenamos. A veces, ese impulso compartido es lo que nos conecta a la felicidad.
Históricamente, dicen que el término coach deriva del término kocsi, proveniente de la ciudad húngara de Kocs. Durante los siglos XV y XVI, se fabricaron carruajes dotados de un sistema de suspensión que facilitaba los viajes de una ciudad a otra. Kocsi, pasó al alemán como kutse y este término derivó al italiano como coccio; coche, en nuestro idioma. Un medio de transporte donde un guía experimentado, nos conduce de un lugar a otro para que determinadas situaciones se conviertan en infinitas posibilidades de desarrollo.
Pero puede que nuestro acompañante quizás no se comunique con palabras o no gesticule demasiado, que sea un tanto particular y que su comportamiento no nos deje indiferentes. Nuestro acompañante, podrá utilizar el silencio para que nos veamos reflejados en un determinado instante. Con este silencio reparador, aprenderemos que cada una de nuestras cualidades nos hace únicos y especiales. Pero nuestro acompañante podría tener una forma insospechada y no siempre es como lo imaginamos.
A veces, no es humano…
Un determinado lugar puede transportarnos a un sentimiento olvidado y provocar una determinada respuesta emocional. Una puesta de sol puede ser el emblema de un recuerdo y un paisaje; una caricia al corazón. Quizás nuestro acompañante está escondido en el fondo de un lago, en las alas de una mariposa o en la mirada de un niño.
Podemos preguntarnos quién o qué es nuestro misterioso guía. La respuesta es sencilla. Todo aquello que nos enseñe a aprender, todo aquello que nos aleje de las viejas hostilidades del: «me merezco algo mejor o esto no puede pasarme a mí». El guía, en cualquiera de sus formas, nos enseña que cada vivencia es parte de la didáctica del alma. Cada instante es irrepetible porque en el próximo segundo, nuestro destino ya ha cambiado.
La compañía, nuestra existencia, nuestro guía incondicional, nos transporta hacia lo mejor de nosotros mismos sin hacer juicios de valor de cada experiencia. Las dualidades se funden en un mismo concepto cuya única meta es compenetrarnos con el entorno para convertirnos en seres completos. La compañía de la vida es un regalo para ser disfrutado con alegría, dedicación y entrega. Un regalo que siempre está dispuesto a ser abierto.
-
TítuloKocsi, el corazón del coach por Victoria Calvo.