Nació un cuadro por Chema Rivas. Reseña de Pedro Linde.
Hoy, ha sido un día muy especial… lleno de sensaciones, satisfactorias, estresantes… y de todo tipo; y me veo con la necesidad de contarlo. Cómo observo en algunos de vosotros mucho interés en saber qué pasa, antes de un proceso creativo… durante… y después… os voy a contar esta historia… real. Todo ello no ha sido fruto del azar, sino de un periodo de gestación, que ha durado 2 meses.
En pleno verano, me acerco a un lugar, que en plenas fiestas me pareció mágico, aunque la mayoría de los que estaban allí, “nativos” y “foráneos”, no lo percibieran; salieron varias fotos, pero una de ella “destacaba” entre las demás. En un principio, apuntaba maneras… aunque era tan “joven”, sólo 2 días, que aún no tenía forma; fueron pasando los días, y después de numerosas “charlas”, conmigo mismo… de encuentros y desencuentros, de subidas y bajadas, aquél niño, adolescente… se convirtió en adulto. No fue fácil, habían pasado dos meses, y todas las horas invertidas en él, dieron su fruto; yo quería que fuera la mejor versión de él mismo; y lo conseguí. Pero se me olvida algo, una persona a la que no voy a citar, me hizo ver, que “ese” joven… estaba listo para madurar; y tomé la decisión, tenía que partir… y empezar una vida propia, se lo merecía. Hoy, desgraciadamente, se ha ido; quizás, pasen varios meses, antes de volvernos a ver… pero lo único que deseo… es que dónde esté… le quieran igual, o más… cómo le quiero yo. Porque él, ya tiene vida propia… y no me pertenece, si es que alguna vez me ha pertenecido. La obra de arte, y “él” o “ella”, lo es… cuándo sale de nosotros, empieza un camino “nuevo”; lo importante de esta experiencia, independiente de los resultados, es que tanto “el” cómo yo…. hemos crecido mucho, en todo este proceso… y con ello me quedo… ha merecido la pena; el esfuerzo, las horas trabajando, los kilos… porque en los últimos días, estaba muy crecidito (20 kilos); pero tampoco me puedo olvidar de quién le asistió en el parto… el dr. JcPareja García, que hizo a la criatura que tuviera un color “lustroso” y vivo, con sus luces y sus sombras… con sus alegrías y sus tristezas… con su ternura y su inocencia, con sus soledad y su compañía. Y también, a su padrino Pedro Linde, que le puso nombre, y apellido; lo radiografió llegando a lo más íntimo, de su esencia; era lo que yo veía en mi “niño”, pero no sabía, si los demás lo verían…Linde me lo confirmó, y le dio forma; sus palabras, a pesar de que en algún momento puedan aparentar “huecas”, no son eso; Pedro conoce muy bien las “artes”, y sabe cómo se interrelacionan entre ellas; por cierto, se me olvidaba decir su nombre, se llama "La Rendición", y viendolo al natural, gana mucho...; gracias.
Chema Rivas
Reseña de Pedro Linde :
Nada es lo que parece en “La Rendición”. Una fotografía instantánea parece un cuadro barroco de estudiada composición. Una solemne ceremonia en la tradición temática de la ofrenda/rendición o la epifanía no es más que un casual encuentro de personajes en una fiesta popular de “moros y cristianos”... En definitiva, la realidad del cuadro es pura apariencia, trampantojo conceptual. Barroco en la multifocalidad de la puesta en escena, teatral y alegórica, y en la suntuosidad del tratamiento de las superficies y la exaltación del detalle. Manierista en la composición descentralizada y en la rarificación de los niveles jerárquicos representados. Posmoderno en la fragmentación del espacio compuesto, con primacía de lo periférico (las manos) sobre lo central (las caras), y en la paradoja del palimpsesto temporal donde una niña del presente mira al pasado representado por los figurantes...
El retruécano conceptual al que converge todo el cuadro y que transmuta una foto instantánea costumbrista en una obra de arte consiste en ese juego irónico de temporalidades históricas superpuestas, en el cual, de manera paradójica, la niña receptora de los nobles agasajos que le ofrendan todos los figurantes, no tiene la actitud de ser la protagonista del cuadro, sino que más bien parece una niña/turista disfrazada, que desde el presente se ha colado como observadora polizonte en un pasado representado.
...Sólo lo que parece, lo simulado, es real en el teatro neobarroco, manierista y posmoderno de Chema Rivas.
Pedro Linde. Málaga 2017.
Con Nombre Propio
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TítuloNació un cuadro por Chema Rivas. Reseña de Pedro Linde.