Un paseo por la “Calle Visible” junto a Pepe Gonzalez Arenas por José Manuel Rosario.

"Las calles y sus aceras, los principales lugares públicos de una ciudad son sus órganos más vitales.

¿Qué es lo primero que nos viene a la mente al pensar en una ciudad? Sus calles.

Las Calles son el espacio común, el escenario donde discurre una gran parte de nuestras vidas.

En las calles está todo: la melancolía, el deseo, la ingenuidad, el odio, el amor... pero vivimos las calles como si fuéramos ciegos.

Miramos, pero no vemos el latido de la vida que se pasea por las calles.

Esta exposición va de eso, de hacer visible lo que no vemos.

Pepe González Arenas.

Hace pocos días que he paseado por un espacio legalista, jurídico, profesional en el centro de Córdoba.

Me he acercado al Colegio de Abogados de Córdoba para poder disfrutar de una pequeña exposición en número, pero muy grande en responsabilidad social y activismo público.

“La Calle Visible” es la exposición que este enero ha propuesto el autor a los cordobeses y cordobesas.

Acompañar a Pepe por estas calles de su particular ciudad nos hace conocer a un hombre políticamente preocupado por lo social, profesionalmente inmerso en la observación y que su mayor disfrute es unir esos sentimientos en sus fotografías.

Gonzalez Arenas ha recogido en pocas imágenes, desgraciadamente para él y para los que visitamos la muestra no hay espacio para más, sus paseos por tres ciudades emblemáticas: Madrid, Marrakech y Córdoba.

El fotógrafo, que profesionalmente se dedica al mundo de la biología, es sin lugar a dudas un observador. Entrenado para ver donde los demás solo vemos, él mira. El descubre situaciones, momentos que a los demás se nos pasarían de largo.

Descubrir una discusión entre una mujer y un hombre en Marrakech, donde la interpretación de la relación es libre por parte del observador, permite descubrir las sensaciones y momentos, que incluso con un burka puesto, pueden transmitir los personajes.

El paseo por las ciudades, por calles, siempre con su cámara al cuello, colgada, para poder fotografiar en cualquier momento, le hace descubrir momentos diferenciados.

Pepe Gonzalez no es amigo del posado y retrato. Aunque descubramos en esta exposición el amor, simplemente y maravillosamente, en dos manos enlazadas. Dos personas, un solo sentimiento, el AMOR en mayúsculas.

Sus paseos por Madrid también le han llevado a descubrir, tras el cristal de una clásica taberna madrileña, de las que te sirven el magnífico “vermut”, gusto que comparte el fotógrafo con el que les escribe, la MELANCOLÍA en la mirada de una mujer. Quizás cansada del trabajo, de la lucha diaria, o de la desazón.

Las fotos expuestas nos llevan a intentar entrar en la vida de sus personajes, nos hacen actuar como un “sálvame” social e identificar situaciones y momentos que ellos sienten.

El otro gran espacio es Córdoba, la INGENUIDAD de una niña en el balcón de la corredera, mientras que mira un perrito, traslada al visitante a momentos de niñez, a momentos en blanco y negro como toda su obra.

El blanco y negro que como dice el autor le “permite centrarse en lo importante” y el visitante de la exposición no buscará matices de color, sino que encontrará matices de sensibilidad, de sentimientos, matices de la vida de los que allí se encuentran.

Pepe González Arenas ha conseguido que de verdad descubramos “La Calle Visible”. Ha conseguido en esta muestra que se puede disfrutar en el Colegio de Abogados de Córdoba, que miremos, más que veamos, nosotros también. Y desde luego nos ha dejado, como los grandes, ese sabor a miel en los labios y que nos hace esperar que vuelva pronto con más, mucho más.