Monográficos de Poesía 2019. Victor Peña Dacosta
UN CIERTO FUGITIVO (featuring Álvaro Valverde)
No me asusta morir, pero me da aún pereza
(no pretendo con ello confesarme sin fuerzas:
mi apatía, lo admito, fue siempre una pose).
Aún paso de no ser, pero aún con vida
subo a la montaña y suelto mi piedra.
Paso de cuidarme tanto como de matarme
o rebelarme contra la sociedad burguesa.
Trabajo por dinero, pago mis impuestos,
consumo lo que puedo, reviso mis cuentas.
Aprendí del tiempo los años
y de los minutos, la espera.
Aprendí con los imbéciles sonrisas
y con los tontos, paciencia.
Con la familia, vino.
Con las mujeres, poesía,
música, cine, arte... lo que fuera.
Aprendí, de la noche, el olvido
y de las mañanas, la alarma.
(Estuve, lo admito, a punto de matarme
un par de veces, no se lo digan a mis padres,
en la carretera).
Con el tiempo aprendí a escaquearme
de compromisos infumables,
a dejarme el alma solo en un campo de fútbol
y a imaginar el futuro con autocomplacencia.
Pero, ante todo, aprendí a no quejarme
pasara lo que pasase.
Consentí en destrozarme lentamente,
como si en realidad no me atreviera.
Aprendí a hacerme el solidario
sin remover la conciencia
y asimilé, qué remedio, los surcos
del entrecejo y la leve
pero constante barriguita
cervecera.
Y seguí envejeciendo con paso lento
pero inseguro, traicionando amigos
y valores, dejando pasar el tiempo, estampando
relojes de arena en cómodos plazos,
haciéndome un impresentable
presente de mierda y comprando
todas las cosas que se compran
para sobrellevar estos casos.
En el fondo, yo nunca he sido el que era.
Si acaso el que iba a ser
y se perdió por el camino.
Uno de tantos hombres que buscan su destino
en el lado frío de la almohada
para encontrar solo arrugas e hilos.
En resumidas cuentas,
no soy ya apenas nada,
como tal vez nunca lo fuera.
Yo sigo siendo el mismo. Cerveza
-como aquella del pasado-
a la que rindo cuentas mientras giran
las aspas del recuerdo, casi inmóviles.
TODAVÍA ES TARDE (featuring María López Ponz)
No me vengas ahora con remiendos
de ocasión, patrañas de viernes noche
y anhelos de seductor en apuros.
Fuiste tú quien finiquitó esta historia
(cuerpos abiertos, sábanas mojadas),
y tu llamada a deshora
ya no provoca prisas ni deseo,
solo estupor, rabia y una leve
risita de placer sádico.
ANTIRRETRATO
ANTIRRETRATO (Single)
No soy nada: apenas lo que aparento
y, a veces, ni tan siquiera eso:
pura fachada sin sustancia
de esporádico escritor sin talento
que levanta sus días con gomina,
se calza la cara de ir al trabajo,
bebe un poco y toma alguna pastilla
para paliar pequeños dolores cotidianos.
Soy lo que soy: apenas algo,
una mancha que se oculta a las sombras,
un borracho que lee de vez en cuando.
Un tonto más entre tantos que siguen
con emoción la Liga y frialdad el telediario.
Otro hombre de mediana edad temprana
que hace tiempo emprendió la cuesta abajo.
No soy casi: insisto, existo si acaso.
Ya ni Facebook se altera
con mis golpes de estado.
Antirretrato (cara B)
Apenas soy algo: un hueco repleto
de vacíos que se llena con nada.
Poco más de metro y medio: una clienta
exigente, una fiera en la cama, una
cuenta corriente de visa cansada
que procura no meterse en más líos.
No soy nada: apenas tuya en los ratos
que no soy de otro, solo yo en tus labios
y nunca en mi alma; más mía que nada,
tan mía como de nadie y de todos.
Un unicornio que embiste el tiovivo.
Una señora, un poco cría, un sinsentido
que envejece a pierna cambiada
y ahorra la mitad de lo que gana
para invertirlo en mapas y libros.
No soy nada, ya lo he dicho:
una niña que se hace dura o blanda
cuando llama a casa cada semana
y, pase lo que pase y caiga quien caiga,
siempre tiene los pies fríos.
Soy lo que soy. Ni mucho ni poco.
Suficiente para meteros
a todos vosotros en líos.
Carta abierta de lo que quedaba del Víctor Peña de 19 años dirigida al actual Víctor Peña antes de desaparecer para siempre
Tú antes molabas.
Bart Simpson
No quiero ser duro contigo,
que bastante tienes con lo que tienes.
Mírate, esto no era lo pactado:
eres la publicidad engañosa
de lo que yo prometía. El reverso
caducado de una tapa dorada.
Eres Kennedy y Zapatero.
El casi pero al final no.
Eres la alergia de la primavera,
una oferta que sale cara.
El delirio sin aires de grandeza.
Eres la realidad tras la esperanza,
la resaca de las celebraciones
y las agujetas del sexo
mediocremente salvaje.
Eres Rod Stewart.
Guti.
Obama.
Tao Lin.
Eres peor que los Strokes.
Pero no quiero ser duro contigo.
Solo quería despedirme:
no te veré pagar una hipoteca
ni ponerte (aún) más gordo.
No veré cómo te casas y te largas
de luna de miel a un infierno carísimo.
No veré cómo te compras un coche
y malvendes tus discos de vinilo.
No te veré caer en el voto útil
ni en las rebajas de Ikea.
No pasaré la vergüenza
de oírte blasfemar pidiendo
una cerveza sin alcohol.
No te veré morir.
NO ME PIDAS LO IMPOSIBLE
No me pidas lo imposible:
porque bajarte la luna,
limpiar tu cueva de dragones,
partirte en dos follando
o amarte con la fuerza de los bares
son hitos al alcance de cualquiera,
promesas que no valen nada.
A mí déjame demostrarte
que, sin dejar de ser un niñato,
me has hecho un hombre, pídeme
gestos de épica cotidiana
y prometo ser tu héroe siempre
que no tenga excesiva resaca.
Pídeme lo posible: que vaya
a las fiestas de tu pueblo
y visite sobrio a tus abuelos,
que baje un poco la música,
que no coma tanto y me pierda
alguna vez algún partido.
Que te baje una comedia romántica
y haga el esfuerzo de empezar a verla.
Dime que te cuente cómo me ha ido
en el curro, que no hable tanto de política
y que deje el móvil mientras comemos.
Pídeme que te pida que te cases conmigo.
Pídeme que me corra dentro.
EL LADO OSCURO
Tener hijos es cosa de mediocres,
ineptos sensualmente, analfabetos
sexuales o de gente irresponsable.
O es un pobre y mezquino agarradero
para dejar constancia de su paso
por el tiempo de la vida. A través de otros.
La adopción de este medio deshonesto
delata su estulticia y su ignorancia.
José María Fonollosa
No sé quién eres pero tengo
la sensación de quererte*,
quizá por motivos morales,
económicos o de costumbre.
Tal vez sea el típico afán posesivo
del hombre capitalista en esta
sociedad patriarcal e interesada.
O por protegerte de quién sabe,
tan pequeñito, feo y poca cosa.
Calvo, como el abajo firmante
en cualquiera de esas noches
en las que pudo haber terminado
engendrándote sin darse cuenta.
No sé si eres promesa o amenaza.
Sé que tu llegada indica
un cambio radical de vida,
un nuevo ciclo, otra etapa.
Ampliación del campo de batalla.
Aún no sé si serás parche o broche
a una relación preciosa que hiciste
tambalearse durante unos meses,
pequeño malnacido tocahuevos.
Pero ya eres una excusa perfecta
para quedarse en casa, apuntarse
a terapia, suicidarse o matar
a alguien en tu nombre, Diego Pablo.
Y aun así te miro con miedo
y desconfianza, sin atreverme
a quitarte el envoltorio
ni pulsar el botón de encendido.
Quién sabe.
Espero que traigas garantía
y acrecentado el instinto
de supervivencia. Busca
en tu interior, no temas, debes
creerme: yo soy tu padre.
SELFIE
Sigo contigo. Porque te quiero mucho.
Cualquier otro argumento
sería maquinación.
Marta Sanz
Un hombre corriente que posa
la vida, simula la foto y congela
su sonrisa enfrentando el negativo
de la cámara y vuestras miradas.
Como un mártir aguarda el relámpago
aislado frente a una multitud inhóspita.
Sabiéndose perdido de antemano.
Autorretrato del héroe contemporáneo
hundiéndose en estos tiempos de mierda.
Pero no está solo: le acompaña
y casi parece protegerle desde abajo
una mujer de sonrisa menos forzada,
resiliente de la luz y las sombras.
Por suerte el picado deja ver su escote.
Al fondo, un amanecer rojizo,
que si no es apocalíptico lo parece,
despliega nubes amenazadoras
sobre un sol agonizante que bosteza.
Se equivocaba Lennon, se equivocaba
o, al menos, se pasó de listo:
la vida es, simplemente, aquello que pasa.
Una breve biografía
Víctor Peña Dacosta (Plasencia, 1985)
Ha publicado un conjunto de haikus dentro de la Colección 3x3 de la Editora Regional de Extremadura y los poemarios La huida hacia delante (Ediciones de La Isla de Siltolá, 2014) y Diario de un puretas recién casado (Ediciones Liliputienses, 2016).
En 2019 publicára la antología Diáspora: antología de poetas extremeños “en el exilio” (Ediciones Liliputienses) y probablemente su nuevo libro.
También ha sido incluido en antologías como Nacer en otro tiempo: antología de la joven poesía española coordinada por Miguel Floriano y Antonio Rivero Machina (Renacimiento, 2016), Piedra de toque: 15 poetas emergentes de Extremadura (ERE, 2017) Diva de mierda: una antología alrededor del ego, Centrifugados I, Centrifugados II y Centrifugados III (las cuatro en Ediciones Liliputienses), Bajo las raíces: 40 años de Sepulcro en Tarquinia (homenaje a Antonio Colinas publicado en Ediciones de la Isla de Siltolá), ine&Roses -homenaje a Amy Winehouse- y Hey Bob! -homenaje a Bob Dylan- (ambas en LeTour 1987, 2015).
Por el momento, sus poemas han sido traducidos al inglés, al francés y al árabe dialectal marroquí (aprovecha desde aquí para dar las gracias a sus sufridos traductores).
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