¿De dónde viene la inspiración?
Se habla de una musa, o que las ideas vienen de alguna parte, pero ¿es realmente así?
¿No serán más bien invenciones pensadas, recordadas, masticadas, dirigidas? Eso querría decir que no son más que procesos mentales, construcciones internas que acabarán por tomar forma, de acuerdo a nuestros filtros.
Se han dicho tantas cosas que al final es difícil acertar con un concepto coherente y aplicable a todos.
Quizás se uno de esos casos en que el concepto puede una convención.
La inspiración, como lo veo, viene del silencio interno, no como una actitud mística, sino como un vacío que permite el fluir de la imaginación y las ideas nuevas, sin barreras ni filtros mentales.
El arte, como manifestación de nuestro interior, se vale de la creatividad para poder expresarse. La inspiración vendría a ser esa explosión que surge desde lo más profundo e íntimo. La inspiración indica el lugar en donde está escondida, por decirlo de alguna manera, la idea esencial de lo que se llevará a cabo mediante la expresión artística.
Los seres humanos somos entes que siempre estamos descubriendo nuevas formas de decir las cosas, evolucionando, cambiando. La expresión encuentra nuevos lenguajes para salir a la superficie, nuevas metáforas de lo no dicho, del símbolo, del arquetipo, de nuestro interior insondable.
Nacemos, potencialmente, con todas las capacidades para comunicarnos, ya que somos entidades sociales dentro de otras entidades, dentro de otras… Sin embargo, no poseemos un lenguaje preestablecido, porque eso depende de la cultura en que hayamos nacido, del país, del contexto.
La necesidad de comunicarnos está ahí, puja por nacer, fecundada por los estímulos externos y los procesos que se generan internamente. En algún momento y espacio debe brotar la señal, el gesto, la imagen. La comunicación y el arte están estrechamente ligados. El arte representa, como los símbolos, letras, números, notas musicales, algo que es mucho más grande que lo definido en la expresión visible o audible.
Inspiración significa “recibir el aliento”, como cuando Dios insufla la vida a Adán en el Antiguo Testamento, y así también en otras culturas.
Lo etéreo del tema me hace pensar: desde dónde surge la inspiración, si será de algún otro mundo, dimensión o espacio, o si simplemente no es más que un proceso mental donde intervienen nuestros aprendizajes, filtros, vivencias, emociones, crisis, imaginación, creencias…
La expresión artística se puede entender de varias formas, porque no es universal, no es estándar. Quizás la técnica es racional, porque hay que saber qué usar para mostrar lo que queremos mostrar. Pero lo mostrado puede llegar a ser cualquier cosa.
La inspiración se pone al servicio de la honestidad con la cual encaramos nuestro trabajo. Por otra parte, la falta de honestidad deriva en expresiones falsas, en plagios, complacencia, moda, engaño, egocentrismo, ganas de figurar por sobre lo que hacemos…
Estoy seguro que todos somos capaces de escuchar esa voz en nuestro interior que nos indica, más o menos, el camino que debemos seguir, sea en el ámbito artístico o en otro, porque todo tiene que ver con la creatividad, con la expresión de lo que somos.
JOS visual artista (Jorge Sossa Musumeci)