Publicado por NUM 5 LOS GRANDES PENSADORES SARPE (1983)
ISBN 10: 8472915654ISBN 13: 9788472915657 Tienda: Mercadillo de Miguel, Alcaudete de la Jara, Toledo. Fuente: www.iberlibro.com 4,71 € + gastos de envío.
Bertrand Arthur Russell, nacido en 1872 y fallecido en 1970, británico, con un título nobiliario y ahijado del filósofo liberal John Stuart Mill, defensor del atomismo lógico, en un principio del liberalismo, más tarde del socialismo “gremial” y del desarme nuclear en su última etapa, en una carta firmada con Einstein y otros matemáticos, matemático de profesión y filósofo de vocación, defiende en este libro ensayo distintos postulados, como la independencia científica de la filosofía clásica, el monismo o materialismo filosófico, aun con la vista puesta en el célebre soplador de vidrio del s. XVII Baruch Spinoza, más conocido por su “Deus, fide substancia, fide natura” y su panteísmo. Russell, aunque educado por Whitehead y otros preceptores cuando era niño, fue al Trinity College para hacer Matemáticas, carrera profesional que desarrolló en el campo de la lógica, pasando por el atomismo lógico y, antes de eso, por el argumento ontológico, o tomismo, “mientras abría una lata de tabaco”. En otros términos, quizá desarrolló un fuerte agnosticismo fuera o no amigo de Ludwig Wittgenstein. Obtiene cátedra. Muere su padre y hereda título nobiliario, al margen que, dizque liberal, cuando se hace más adelante en el tiempo de izquierda. Visita a Lenin en Rusia y se desilusiona, eso dice.
Independiente del marco personal y teórico, defiende en el libro, escrito en los años veinte e incluso redefinido en los primeros años treinta, el matrimonio interracial (Why not?) aunque adolece de cierto etnocentrismo, parece que concede, no constata. Habla a favor de la eugenesia, algo que para los socialistas de ahora, es inconcebible…salvo contadas excepciones. En el marco histórico y personal, Russell ya era militante activo del partido laborista, ya había pasado por la cárcel por ser detractor de defender a Inglaterra en la primera guerra mundial, en la Gran Guerra. Digo, adolece de etnocentrismo, no como en “Elogio de la ociosidad”, en que se muestra claramente antifascista. Muestra la independencia de la Ciencia, en concreto de las matemáticas y la física, también de la tecnología, que avanza dos pasos por delante de la moral establecida, y se muestra unas veces agnóstico y otras se muestra ateo, cuanto menos le cuesta creer en una deidad. El libro parece una recensión de “El conocimiento científico”, otro libro del autor en que sí habla más claramente de su campo, la lógica matemática, y hace menos puchero, como decimos en Andalucía.
Se puede leer por curiosidad. Un saludo.
Carlos Alberto Ponferrada Almagro.