Las Ciudades Invisibles de Italo Calvino. Reseña.

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Libro: Las ciudades invisibles (1972).
Autor: Italo Calvino
Editorial: Siruela
Año de publicación de esta edición: 2020


BSNLaGuaridaDelLibroNovela fantástica ambientada en el s. XIII en la que Marco Polo relata y embelesa al emperador tártaro Kublai Khan con la descripción de las ciudades, todas ellas con nombre de mujer que ha visitado de su vasto imperio.
La estructura del libro está pensada para poder leerlo sin necesidad de seguir un orden o linealidad, sino escogiendo, si se quiere, las piezas de un puzle al azar, sin bien es cierto que podemos observar una conformación con mayor o menos grado de complejidad, encontrando un total de 55 ciudades, englobadas en 11 categorías distintas, en un aparente desorden que pretende emular la realidad de la vida.

Podríamos hablar de esta obra como un asombroso libro de viaje, un itinerario para el turista que pretenda dejarse sorprender por la desbordante imaginación del autor. Según esto, no se aprecia una trama como tal: es más un compendio de imágenes a semejanza con las historias de Las mil y una noches, pero claramente sin la trama de estos cuentos medievales orientales ni la magia, el exotismo ni erotismo que encierran sus palabras.

Escritura pulcra y cuidada, demostrando el dominio de un extenso vocabulario no pudiendo evitar caer, en ocasiones, en descripciones en exceso recargadas que obligan al lector a disminuir el ritmo de lectura para poder vislumbrar al detalle aquello que lee y perdiendo, por tanto, parte de la tensión narrativa. El impulso lector quizá lo veamos mejor reflejado en las conversaciones entre ambos personajes, transcrito en cursiva y separando capítulos, para darnos un momento de respiro antes de comenzar la inmersión en el siguiente conjunto de descripciones maravillosas, fantasiosas e imposibles que obligan a desplegar una imaginación sin límites. En estas conversaciones tenemos tiempo para especular sobre los conceptos de realidad y de ficción y de los finos y desflecados límites entre ambas, de la ciencia, la verdad, la mentira, la moral, condiciones humanas todas ellas siempre de actualidad en los diferentes aspectos de la vida.

Lo más destacable de la presente obra de este escritor italiano nacido en Cuba es sin duda la minuciosidad en su escritura y la idea de las ciudades como identidad, como personajes individuales con vida propia, con recorrido y singularidades exclusivas de cada una de ellas. El autor pretende y busca como objetivo comerciar con la imaginación de los lectores y con su sentido de lo que es real y lo que no lo es, sus palabras, recuerdos, olvidando las reglas de la física y abriendo la mente a un amplio abanico de posibilidades, obligándonos a recordar a Jorge Luis Borges con sus ideas de dibujar el mundo y la descripción de Uqbar. No puedo evitar comentar el impacto que me ha provocado la lectura de cada ciudad y el conjunto de sentimientos encontrados, la extrañeza que me ha provocado la concepción visual de las descripciones, sus colores, aristas, desafíos a la naturaleza y a la física, así como la dislocación temporo-espacial de algunas de ellas, obligándome a releer algunos párrafos para intentar confeccionar en mi cabeza la idea de la ciudad que el italiano tenía en su mente. Un intento de convertir en realidad en mi pensamiento un mundo abstracto que seguramente ha resultado más que fallido. De naturaleza y carácter esencialista, con el experimentalismo como bandera, la presente obra podría catalogarse como atemporal, atreviéndome a afirmar que no ha perdido ni perderá jamás su vigencia ni la sorpresa despertada en sus lectores.

Calvino, vivió y sufrió la Segunda Guerra Mundial, uniéndose y desarrollando posteriormente el movimiento de neorrealismo italiano, zambulléndose a posteriori en una escritura fantástica y fabulosa, rozando en ocasiones lo absurdo, como puede objetivarse en la trilogía escrita entre 1952-1959, Nuestros antepasados. De lenguaje sencillo, pero con contenidos sentidos y profundos, su escritura se va transformando gracias a las influencias recibidas a lo largo de su vida tras pertenecer al partido comunista, su relación especialmente con Cesare Pavese y Elio Vittorini, su vuelta al continente americano y el influjo tanto del Che Guevara como de Julio Cortázar. En el recorrido por la obra de Calvino, podemos observar su evolución, no solo como escritor, sino como persona, desde los cuentos fabulosos como la trilogía anteriormente comentada, hasta la valoración de las crisis existenciales que podríamos encontrar en La jornada de un escrutador, o períodos más metafísicos y filosóficos de la presente obra o en El castillo de los destinos cruzados (1969) o en la reflexión sobre la vida, la muerte y el universo que llegaría con la madurez del autor, que leeríamos en Palomar (1983).

Esperanza Molero Silvero

Bookstragram. La Guarida de Los Libros