Adam Philpott realizó el cartel anunciador de las XI Jornadas de Inclusión y Discapacidad.

Cuán importante es el fomento de las Artes en la educación, el procurar mediante las mismas un acertado desarrollo personal de nuestros hijos dentro de esta singular sociedad y mundo globalizado en el que les ha tocado vivir.

El aprendizaje en otras materias, tomadas como fundamentales, nunca debiera estar reñido con el de las diversas artes ya que unas inciden más en la formación o preparación académica y otras en la personal, en procurar un completo desarrollo psicológico y social del alumnado, por no hablar de lo beneficioso que supone el hacer aflorar sentimientos, inquietudes, propias expectativas o incluso el carácter comunitario o socializador de las mismas dentro de este cosmos cada vez más digitalizado.

Tengamos en cuenta que dibujar, cantar, escribir, bailar o representar obras teatrales, ayudan a componer la personalidad del ser, complementan a la perfección las asignaturas al uso y se alejan de cierta mecanización a la que los niños se ven sometidos en su normal aprendizaje. Una muy necesaria vía de escape a mi forma de ver como siempre hemos entendido es también por ejemplo el deporte.

Y cuando me refiero a “vía de escape” ni mucho menos pretendo dejar en un segundo plano el desarrollo de las artes, muy al contrario, a mi forma de ver es prioritario por cuanto el crecer en lo personal es base, fuente o fundamento como ya he indicado de toda sociedad que se precie.

Gratamente sorprendido he quedado hace días comprobando que hay centros que no sólo fomentan lo dicho sino que lo priorizan y enaltecen como es el caso del Colegio Virgen del Carmen de Córdoba.

Adam Philpott Reyes es un alumno de 4º de ESO que ha sido reseñado en varias ocasiones por el mismo en su fomento de las artes, en este caso concreto, el fomento del dibujo.

Este año ha realizado el cartel anunciador de las XI Jornadas de Inclusión y Discapacidad (las cuales duran una semana) con el título: “NO HAY BARRERAS PARA LA AMISTAD”, donde dicho alumno hace la siguiente interpretación:

“Este trío de personajes está compuesto por: Sakura (inmigrante) tiene 13 años, es bipolar, y en algunas ocasiones debe controlar sus impulsos, es la más mayor y se siente responsable de sus dos amigos a los que en muchas ocasiones ve como hermanos: Bron, de 12 años, es el chico del grupo, tiene síndrome de down y un brazo amputado. Lleva tres años practicando artes marciales y es uno de los mejores de la clase. El último miembro es Akira, también de 12 años, tiene una pierna amputada, se disfraza como chico por el miedo de ser juzgada. Es muy amable aunque algunas veces algo olvidadiza.”

Más recientemente le han publicado, con este texto que me permito copiar de una de sus redes sociales, un dibujo de su autoría:

“Nuestro alumno de 4º#ESO Adam Philpott Reyes, ha querido poner su granito de arena, expresando sus emociones de la mejor forma que el sabe que es a través del dibujo. Su reflexión tras este curso la expresa en el siguiente dibujo. Enhorabuena y a seguir cumpliendo sueños!!”

Como el ejemplo de Adam hay muchos ejemplos. No hay nada más que echar un vistado al facebook del centro de enseñanza.

Toda una loable apuesta por no sólo el fomento de las artes sino por procurar un correcto desarrollo psicológico, social y personal de su alumnado.

Así Si. Felicidades

por Francisco Arroyo Ceballos (Artista plástico / Crítico Internacional de Arte)