Antonio Herrera Martinez ha presentado su obra, por primera vez en solitario, en la bella localidad del sur de España.

La exposición plasma claramente los principios básicos de la obra del pintor.  Una obra donde el mundo del reciclaje se fusiona con la pintura transmitiendo toda la fuerza del impacto creador de este artista.

Hombre tímido, en el contacto directo, nos introduce en una obra que busca transmitir toda la fuerza que lleva dentro, en su interior, y que con anterioridad se propuso hacerlo con la escultura, pero finalmente lo ha llevado hacia la pintura.

Estas piezas, claramente, no dejan de sentir en su ser las sensaciones que un escultor ha pensado para transformar al lienzo, al saco o la arpillera.

Telas, cuerdas, alambres de espinos o piezas metálicas se unen junto a la pintura para invadirnos, para llenarnos.

El hilo conductor de esta exposición, Las Cruces, no ha podido encontrar una mejor ubicación. El Castillo, oficina de turismo, junto a la playa de la Cruz del Mar del municipio gaditano.

Una cruz, varias cruces o cientos de cruces son las que podemos encontrar en cada una de sus piezas. Cruces elaboradas con telas recicladas o cuerdas. Cruces generadas con impactos pictóricos sobre una base de papel o saco.

Obras, en fin, con una línea común pero completamente diversas.

Desde “Fuerzas de la Naturaleza” al tríptico “Cruces sobre el mar” o la composición “Cruces para una vidriera” (nombres referencia, no usados por el artista que no las ha nombrado) son ejemplos claro de conseguir intensificar las diversas sensaciones que podemos vivir.

“Fuerzas de la Naturaleza” nos recrea el impacto de la tierra, el fuego, el aire y el agua en la búsqueda de la creación de las cruces de una o miles de vidas.

El tríptico “Cruces sobre el mar”, plasma en gran medida, el relax que produce el mar de esta Bahía de Cádiz, donde verlo es sentirse inmerso en la tranquilidad.

La composición “Cruces para una vidriera” nos traslada a las grandes catedrales, nos eleva hacia lo místico, y la luz que le acompaña por los ventanales les inunda de la placidez de los templos.

Multiples piezas más son las que ofrece esta exposición, incluida la más suave y simpática, aquella que podría decirse es “Con cruces y a lo loco” en clara referencia a la pequeña colaboración que ha tenido en ella Belleda López, la artista pop-art sevillana.