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Literatura

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"La poesía es inutil"

 

¿Qué significa escribir poesía en un mundo que busca constantemente la utilidad? Pablo Andrés Rial nos ofrece una respuesta poética y desafiante

Para Pablo Andrés Rial (1984), la poesía es un enigma que desafía la utilidad. En sus propias palabras: “La poesía no tiene un fin. Es inútil en sí misma”.

Pablo es licenciado en administración, docente, poeta,​​ narrador​​ y dramaturgo argentino.​​ Actualmente vive en​​ la ciudad de Longchamps, provincia de Buenos Aires. Tiene​​ publicados tres poemarios:​​ La casa de barro​​ (Arroyo Ediciones, Santa Fé. Argentina),​​ Aves desplumadas​​ (Ópera Editorial, Brasil) y​​ Forzado a Viajar​​ (Paserios Ediciones, México). Se desempeña como colaborador en revistas culturales de México, España y Argentina. 

En esta entrevista, el escritor nos habla sobre su vida y su trabajo como poeta. Nos cuenta sobre sus influencias, su proceso creativo y lo que espera lograr con su poesía. También comparte algunas de sus experiencias personales y cómo estas han influido en su escritura.

El Papel de la Poesía

L- ¿Qué significa para vos la poesía?

P- Es un lenguaje diferente al que habitualmente estamos acostumbrados, donde no se aplican las representaciones de ciertos objetos concretos. Es una forma de decir, en donde no necesariamente hay un control en las palabras. Hay una libertad mucho más amplia y creo que es ahí donde juega la poesía. 

L- ¿Que función crees que cumple la poesía en el mundo?

P- Creo que la poesía puede ser una herramienta poderosa para la reflexión y el cambio social. La poesía es un decir de una forma diferente a la habitual. Por ejemplo, una nota periodística busca un fin informativo. La poesía no tiene un fin. Es inútil en sí misma. Esa inutilidad puede generar algún tipo de movimiento en el estado de las cosas, en el estado de las sensaciones, de las personas. No sé si hay que pensar tanto en la función que cumple la poesía, sino en escribirla y nada más. La poesía no busca convencer, instruir o persuadir. Más bien, se despliega como una experiencia sensorial y emocional, invitando al lector a explorar nuevos mundos interiores. 

Sus inicios en la escritura

El autor descubrió la poesía en la adolescencia “Empecé a escribir a los 12 ó 13 años”, recuerda. Desde entonces, la poesía ha sido una constante en su vida, permitiéndole explorar temas como el amor, la pérdida y la incertidumbre. 

L-¿Cuándo aparece la musa inspiradora de tu poesía? 

P- Creo que aparece en el momento en que necesitas drenar ciertas cuestiones que hacen al dolor, al sufrimiento o al padecimiento.  Después lo transformas como quieras o como lo sientas en su momento. Por ejemplo, de una pérdida o abandono podés crear algo esperanzador. 

L-¿Ves la poesía como una forma de vida?

P- Es una forma de vida, como el tipo que le gusta hacer deporte todo el tiempo. A futuro me encantaría vivir de esto, pero la verdad que lo dudo.  No sé si se vive de esto.  Es raro pensar que alguien viva de la poesía. 

Existe un gran mercado editorial, pero no pienso en eso. Siento una especie de satisfacción al pensar que mis palabras pueden resonar en otros, que pueden ayudar a personas que quizás se sienten solas o incomprendidas. A menudo recibo mensajes de lectores que me dicen que mis escritos los han conmovido o interpelado. Aunque no escribo con ese objetivo específico, es gratificante saber que mis palabras pueden conectar con otros. Escribir debería ser un acto libre, sin presiones ni expectativas comerciales.

Autores Influyentes

L-¿Qué autores o poetas han influido en tu forma de escribir?

P- Mis influencias literarias son variadas, pero la escritura francesa ha ocupado un lugar importante. Me gustan muchos autores como Jean Cocteau, Jean Genet, César Abraham Vallejo. Me gusta la poesía argentina de Olga Orozco y Oliverio Girondo, y también el chileno Nicanor Parra. Otros autores como Sylvia Plath, Antonin Artaud, Arthur Rimbaud y Paul Verlaine. Más allá de la poesía, disfruto de ensayos y filosofía. Las Cartas a Theo de Van Gogh, por ejemplo, me han impactado por su sensibilidad y profundidad. Dalí con su escrito  Diario de un genio me encantó. 

Proceso Creativo

Pablo Rial es un apasionado de la escritura. Su día a día comienza con un ritual: leer al menos una vez al día. "Conectar con otras voces me inspira", confiesa. Sin embargo, admite que la inspiración es voluble. "A veces, las palabras fluyen con facilidad, pero otras veces me siento bloqueado". Para superar estos momentos, busca ambientes que estimulen su creatividad: una cafetería, un parque tranquilo, o incluso la soledad de su habitación. "El entorno influye mucho en mi proceso creativo", asegura. A pesar de su dedicación, reconoce que hay momentos en los que la escritura se resiste. "Aprendí que forzar la inspiración es contraproducente", reflexiona. 

Poesía Inclusiva

L-¿Qué emociones o pensamientos esperas evocar en los lectores a través de tus poemas?

P- Busco que mi poesía sea clara y sencilla. Busco no confundir. No me gusta usar palabras rebuscadas o complicadas solo por impresionar. Prefiero que mis poemas sean fáciles de entender y que puedan conectar con las personas a un nivel emocional.

No me gusta la poesía encriptada, que se ve muy forzada y entorpece la lectura sin ningún fin. Tampoco estoy de acuerdo con que la poesía deba limitarse a experiencias cotidianas.

Libros forzados a viajar y aves desplumadas

L-Contame de tu último libro y ¿En qué está basado? 

P- Mis últimos libros, “Forzado a Viajar”, publicado en México y “Aves desplumadas” en Brasil, explora la metáfora del viaje como una alegoría de la vida. Ambos nacieron durante la pandemia y giran en torno a la idea de ser arrastrados por la corriente de la existencia, a veces hacia lugares que no hemos elegido como nuestro nacimiento. Es una reflexión sobre la inevitabilidad del cambio y la necesidad de adaptarnos a nuevas circunstancias. El título “Forzado a Viajar” captura perfectamente esta idea de un viaje impuesto, una metáfora que abarca desde los grandes cambios de la vida hasta las pequeñas decisiones diarias.

La pérdida y la pandemia

L-Hablaste de la pérdida y la pandemia. ¿Cómo se relacionan estos términos en tu vida?

P- Recuerdo que falleció mi papá, y eso marcó un antes y un después en mi poesía. Fue un momento muy difícil, de hecho, circunstancias como esas fueron las que dieron origen al libro “Forzado a viajar”. Es un libro muy centrado en el proceso y el duelo, más que en el presente o en la pandemia. De hecho, creo que a la pandemia no la mencionó en ningún momento. 

L-¿Escribir sobre la pérdida te ayudó a superar el duelo?

P- Sí, menciono el tema de la pérdida porque me remonta a tiempos pasados, como cuando falleció una compañera del colegio. Estas pérdidas, de repente, se vuelven más frecuentes. Llegó un momento en que me di cuenta de que iba más veces a velorios que a boliches. Estas situaciones te hacen ver la fragilidad y lo relativo de la importancia que le damos a ciertas cosas. En términos universales, no somos nada, y eso puede ser algo positivo. El hecho de no ser nada nos da una mayor sensación de libertad. 

Nuevo Libro y Viaje

En una conversación informal, el escritor me compartió unas primicias: su próximo viaje a México para presentar su libro. “Voy a estar presentando en Puebla y en la capital, Ciudad de México”, detalló. Pero eso no fue todo. El poeta me reveló que también ha finalizado una nueva novela titulada “Leonor”. “Es un homenaje a una de mis alumnas de Fines, una mujer de unos 70 años que me conmovió profundamente”, confesó. La obra, de enfoque epistolar, cuenta la historia de un hombre que, a través de cartas, establece una conexión con una mujer mayor y sabia. “Leonor lo alecciona, lo baja a tierra”, explicó. 

A continuación dejamos una poesía de su libro “Forzado a Viajar”

“El ser humano

funciona al revés de las cosas

recién cuando se rompe

comienza a andar”.

Una entrevista de Laura Alejandra Jimenez