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Fotografía de Roberto García Oslo
Fotografía de Roberto García Oslo
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Fama y solidaridad tras una máscara. Entrevista a Roberto García.

Hay rostros que el mundo reconoce al instante, pero hay almas que solo se descubren cuando se rasga la superficie. Roberto García, el actor que dio vida al entrañable y temible Oslo en La Casa de Papel, lleva años siendo sinónimo de éxito global. Sin embargo, detrás de la barba icónica y la mirada intensa se esconde un hombre que ha convertido su fama en altavoz para los que no lo tienen, colabora con un  espectáculo  que recorre el mundo  de  «La casa de papel»  con  Annita Yes —la DJ más brillante de Europa— y un soñador que nunca olvidó sus raíces. Esta es la historia del hombre que fue más allá del atracó, de quien aprendió que la verdadera riqueza está en lo que se da, no en lo que  se roba.

1-Oslo era el gigante silencioso de la banda, pero tú has usado tu voz para causas sociales. ¿Cuándo entendiste que la fama no era solo un privilegio, sino una responsabilidad?

Nunca he creído que la fama sea un privilegio. Tenía muy claro desde el primer momento en que me di cuenta de que mi cara era reconocida en cualquier país que eso podía ser algo temporal, porque así es la realidad de este trabajo. Hoy te conocen en todos los sitios a los que vas y mañana vuelves a ser anónimo. Aun así, en seguida supe que debía aprovechar ese tirón mediático para hacer llegar un montón de mensajes y valores a la sociedad. Digamos que esa fama era un trampolín para que más gente escuchara lo que yo ya venía diciendo muchos años atrás, al principio desde mi gimnasio donde nos reuníamos un grupo de gente interesada en ayudar y en inculcar valores al que estuviera dispuesto a escucharnos. Después amplié este círculo y comencé a dar conferencias en teatros, auditorios y sobre todo en institutos y universidades, ya que creo que son los jóvenes los que pueden cambiar este mundo, como también entiendo que son los que más perdidos están debido a la sociedad que les ha tocado vivir. Por supuesto que la fama es una responsabilidad que acepté desde el primer momento con esa única finalidad. Comunicar y hacer ver a la gente cual es el verdadero sentido de la vida. Cuando eres famoso, puedes regodearte en la fama y mirar por encima del hombro al resto o puedes usarla para ayudar. Esta última fue mi elección. Nunca me he negado a participar en cualquier campaña benéfica, y si me dijeran que si quiero ser famoso, diría que sí, que quiero ser el actor más famoso del mundo para que mis palabras lleguen a cuanta más gente mejor. Sin más. No por los eventos, no por las fiestas, ni por los photocall, algo que no me gusta demasiado pero que forma parte del lote.

2-Annita Yes es una estrella mundial en la música electrónica y un referente mundial. ¿Cómo  es  juntar  y la colaboración de dos grandes estrellas en  un gran proyecto como el que llevaís entre  manos?

Annita es una auténtica bestia como DJ: siempre innovando, siempre cuidando cada detalle de sus sesiones. Cuando me propuso esta colaboración, me pareció tan original que supe que podía funcionar de maravilla. Durante años hemos recorrido un sinfín de países, y en cada fiesta hemos logrado un lleno absoluto. Somos una combinación explosiva que une dos modalidades artísticas que se complementan a la perfección: la música y el cine. Nuestra complicidad, dentro y fuera de España, hace que cada evento sea una experiencia única e inolvidable

3-En La Casa de Papel, Oslo muere defendiendo a sus compañeros. En la vida real, ¿por qué causas o personas estarías dispuesto a ‘morir’ simbólicamente?

Aquí entramos en un campo que llevo estudiando y sobre el que me he documentado durante años: la muerte. Soy un apasionado de la muerte, aunque eso suene un poco extraño, pero me explico. En contra de lo que piensa la mayoría, que incluso considera la muerte como algo de lo que no se debe hablar, mi convencimiento es que la muerte no existe. que somos seres espirituales que tenemos un montón de vidas físicas en las que experimentamos y aprendemos con el objetivo de evolucionar. En resumen, no nacemos sólo una vez, hemos vivido innumerables vidas y nos quedan una infinidad por vivir, por lo tanto la muerte sólo es un parto espiritual. Dejamos un cuerpo que ya no nos sirve y nuestro espíritu vuelve a su hogar, donde espera una nueva reencarnación para seguir con esa evolución de la que hablo. Respondiendo a tu pregunta, estaría dispuesto a morir si eso sirviera para una buena causa de la que se pudiera beneficiar la sociedad. En cuanto a morir por alguien, yo creo que sería un absurdo, porque cada uno tenemos marcado un camino y forzar una salida de ese camino solo nos llevaría a repetir en otra vida la misma situación que evitamos. Nuestra vida es un plan perfectamente diseñado por Alguien que no se equivoca nunca. Es cuestión de entender este punto y te aseguro que se ve la vida de otra manera.

4-Te hiciste viral por un gesto espontáneo regalando tu chaqueta a un fan en la calle. ¿Qué pequeño acto de bondad hacia ti marcó tu vida?

Nunca le he dado importancia a las cosas materiales y no me cuesta desprenderme de ellas. Si a un fan le guata mi chaqueta o mi gorra y le hace feliz tenerla, se la regalo sin darle más importancia. No hay un pequeño acto de bondad hacia que marcara mi vida, pero que hay un modelo que he procurado imitar en cuanto a su generosidad y bondad y esa era mi abuela Casilda. Ella me enseñó que si yo tengo un pan y no tienes nada, entonces ambos tenemos medio pan.

 

5-Si tuvieras que organizar un ‘atraco’ real para robarle algo al mundo y dárselo a los más necesitados, ¿qué sería y cómo lo harías?

¿Robarle algo al mundo? Para nada. Ni al mundo ni a nadie en particular. Mi forma de ver la vida me ha llevado a entender que la vida que vivimos cada uno de nosotros es el resultado de las decisiones que tomamos en esta y en otras vidas, y como ya he dicho todo forma parte de un plan perfectamente diseñado para cada uno. Podemos decir que la vida que nos ha tocado tiene un porqué y de ella debemos sacar el aprendizaje necesario para superar esa asignatura y que nuestras vidas venideras sean más hermosas.

6- Has dicho que no te gustan las etiquetas, pero si tuvieras que definirte con solo tres palabras que no fueran ‘actor’ o ‘Oslo’, ¿cuáles elegirías y por qué?

Ser espiritual evolucionando. ¿Por qué? Porque eso es lo que somos y cuanto antes nos demos cuenta más felices seremos y más disfrutaremos de cada situación que se nos presente.

7-El espectáculo de La Casa de Papel sigue girando por el mundo. ¿Qué te enseñó este personaje que nunca olvidarás, incluso cuando el show termine? 

Que siempre hay que tener los pies en la tierra y ser humilde. Porque los que hoy están en la cima, mañana puede ser que estén en la base de esa montaña. Me ha enseñado a tratar a todos por igual y a no mirar nunca a nadie por encima del hombro. Siempre a la misma altura, mirando a los ojos y siendo amable y buena persona. Fue una buena enseñanza que he llevado a la práctica y siempre me acompañará.

8-Cuando ves a un niño disfrazado de Oslo en Halloween, ¿qué sientes: nostalgia, orgullo, o algo más difícil de explicar?

Lo primero que siento es la necesidad de acercarme a él y darle las gracias. Y lo segundo me doy cuenta de la influencia que puede llegar a tener una serie de ficción en la población real. Es algo que a veces me da un poco de miedo. Digamos que mis sentimientos oscilan entre orgullo y miedo.

9- Dicen que los artistas son espejos de la sociedad. ¿Qué crees que refleja Roberto García hoy: lo que el mundo es o lo que debería ser?

 

Sin duda pretendo reflejar lo que el mundo debería ser. Para nada me identifico con lo que el mundo es, y prueba de ello son mis conferencias tan en contra de esta sociedad en su gran mayoría egoísta. Ojalá, como ya dije, fuera mucho más famoso sólo para que más gente quisiera escucharme decir todo lo que a me ayudó a ver la vida como realmente es. Ese es mi único interés. Comunicar para ayudar aportando mis propias vivencias.

Escribo desde hace años guiones de series, largometrajes y hasta me atreví con un libro, que tienen por finalidad aportar a la sociedad valores y ayudarles a ser más felices, pero desgraciadamente este tipo de guiones no tienen cabida en el mercado audiovisual. O al menos es lo que me han dicho hasta ahora, pero yo no me rindo y sé que en algún momento verán la luz y será un antes y un después en un nuevo género que yo denomino ´´motivación y valores´´.

10- Si mañana dejaras de actuar, ¿qué te gustaría que escribieran en tu legado?

Con sus aportaciones ayudó a construir una sociedad más generosa y contribuyó a que mucha gente se diera cuenta de cuál es el verdadero sentido de la vida: Transformar el egoísmo en amor.

Roberto García se despide con un abrazo sincero, el mismo que ofrecería a un viejo amigo. No hay máscaras aquí, solo un hombre que aprendió a usar su fuerza para proteger, no para imponer. Mientras se aleja, una frase suya resuena: "La vida no es un guion, pero podemos escribir un final feliz para otros". Quizás por eso, aunque Oslo murió en la serie, Roberto sigue más vivo que nunca: robando sonrisas, repartiendo justicia y cariño con la intensidad de quien sabe que el tiempo es el único botín que realmente vale la pena.

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