El artista ceutí ha recibido un tributo especial el 7 de noviembre, presentando su último retrato junto a figuras destacadas del arte y la cultura.
La Asociación Española de Pintores y Escultores (AEPE) se convirtió el pasado 7 de noviembre en el epicentro del reconocimiento artístico, con un acto dedicado a Diego Canca, creador ceutí cuya obra dejó huella en el mundo del hiperrealismo. Este evento, que prometió reunir a relevantes personalidades del ámbito cultural, sirvió para poner en valor la trayectoria de un artista polifacético: pintor, escultor, grabador y escritor.
A las siete de la tarde, la emblemática sede de la AEPE abrió sus puertas para acoger a amigos, colegas y admiradores de Canca, quienes se dieron cita para rendirle homenaje. La elección del lugar no fue casual. Considerada como una verdadera “casa del artista”, la AEPE representó un espacio donde la creatividad y la innovación encontraron siempre refugio, tal como insistió en recordar su presidente, José Gabriel Astudillo López. En esta ocasión, la institución se engalanó para celebrar la extraordinaria trayectoria de uno de sus socios más ilustres.

La velada estuvo marcada por la presentación en sociedad de la más reciente creación de Canca: un retrato de Fernando Colomo, cineasta de renombre que también estuvo presente en el acto. Esta obra simbolizó la continua búsqueda de excelencia del artista ceutí y su capacidad para captar la esencia de grandes personalidades de la cultura española a través de su particular visión hiperrealista.
La ceremonia dio comienzo con una síntesis biográfica a cargo de Mª Dolores Barreda Pérez, secretaria general de la AEPE. Este repaso permitió al público conocer en profundidad los logros y la evolución creativa de Canca, ilustrando por qué su figura fue tan apreciada en los círculos artísticos. Seguidamente, tomó la palabra Pedro Touceda, periodista, escritor, guionista y director de cine, quien compartió anécdotas y reflexiones sobre la amistad y el trabajo conjunto con el homenajeado.
La presencia de Fernando Colomo, protagonista del retrato, aportó un toque especial a la jornada, reforzando los vínculos entre las distintas disciplinas artísticas y subrayando la relevancia de la colaboración entre creadores. Además, otros promotores y amigos del artista intervinieron para recordar momentos significativos y expresar su admiración por la labor incansable de Canca.
El acto fue clausurado por el presidente de la AEPE, José Gabriel Astudillo López, quien destacó la importancia de reconocer en vida a quienes supieron enriquecer el panorama cultural español. Como cierre a una tarde cargada de emociones, los asistentes compartieron un brindis con vino español, símbolo de celebración y camaradería.
Este homenaje no solo supuso un reconocimiento merecido a la figura de Diego Canca, sino que también reforzó el papel de la AEPE como espacio de encuentro para el arte contemporáneo, abierto a todas las inquietudes y expresiones creativas. La cita del 7 de noviembre prometió convertirse en un referente para quienes valoraron el talento, la pasión y el compromiso artístico.



